Hoy me dije: voy a sonreir...
aunque mi lado azul quiera asomarse...
No importa.
Estar triste y sonreir, es algo que sucede...
han pasado tantas cosas estos meses,
que es lógico,
normal,
que no tenga ganas de nada
y poco entusiasmo...
Sin embargo, otra parte de mi sabe
que así es la vida...
que el dolor es parte de ella
pero quedarnos en el sufrimiento es opcional...
que he pasado días más azules
y noches peores...
Que si me concentro en el día a día
y sigo sembrando flores...
pronto su olor florecerá
para recordarme
por qué estoy acá...
Hoy en día prefiero sentir que reprimir...
aceptar cómo me siento en vez de obligarme
a no sentir nada...
Hoy en día, el dolor que vivo es diferente...
no soy yo... es alguien más...
una persona que amo mucho
y está sufriendo...
alguien que llevo toda mi vida queriendo abrazar...
y por ella un avión tomar en cualquier momento.
Lágrimas brotan.
Estoy llorando por ella.
Pero no me atrevo a ir,
no aún...
estoy esperando que ella me diga
cuando puedo hacerlo.
Estoy dispuesta a aceptar...
esperar...
Semanas después de escribir este poema, viajé a Atlanta y fui a conocer a mi hermana Sabina y a su familia. Fue una de las experiencias más desbordantes de mi vida: muchas emociones y aprendizajes. Sabina falleció 17.12.2017
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