Esto de querer ser mejor era mucho más fácil cuando estábamos recién venidos al mundo. Desde darnos la vuelta, gatear, caminar, saltar, balbucear y poder decir nuestras primeras palabras... Y ya más grandecitos estirábamos el cuello, alargábamos las manos y hacíamos de todo por lograr más por nuestra cuenta: encender o apagar una luz, abrir una puerta, alcanzar un juguete, etc. Era algo tan natural e instintivo que ni la pensábamos dos veces. Pero a costa de regaños, y alertas para que no nos mojáramos, no nos cayéramos, no dañáramos algo... fuimos perdiendo ese impulso.
"Te vas a caer" y nos caíamos pero del susto de semejante grito y no por torpeza real... "Te vas a enfermar" y nos enfermábamos pero por ponerle mente a algo que realmente de disfrutarlo plenamente, nada nos habría pasado. Luego en el colegio, el ser aplicado y cuidar los útiles porque "los demás son maldosos y te dañan las cosas por envidia"... así que cuídalas porque no te las voy a reponer, nada de prestar y mucho menos regalar.
Podría seguir con más ejemplos pero no quiero extenderme demasiado. Hace unos meses escribí esta entrada y hoy les confieso que no me he atrevido a llenar esa hoja completamente, uff! a veces divagamos en hacer algo que tenemos la necesidad pero no estamos preparados todavía... esta hoja es un gran ejemplo y con todo de no tenerla llena totalmente, me ha puesto a pensar y mucho, lo complejo que es vivir, y más aún convivir y encontrar equilibrio y satisfacción con nuestras vidas. Ser menos severos con los errores propios y también con los ajenos y alcanzar la humildad para admitir cuando nos equivocamos y ser más solidarios cuando otros se equivocan y frenar el impulso de señalar, criticar y ni se diga de burlarnos.
me ha puesto a pensar y mucho, lo complejo que es vivir, y más aún convivir y encontrar equilibrio y satisfacción con nuestras vidas
Así que esta hoja en vez de tenerle miedo por reflejar el mucho trabajo por hacer y lo mucho por mejorar, quiero compartirla nuevamente e invitarles a verla con otros ojos: unos que con optimismo y tolerancia al error, se atrevan a establecer aquellas prioridades por atender en nuestras vidas y asumir el reto de un día a la vez intentar ser mejores en ese aspecto.
Pues resulta que una amiga quería ayudar a otra amiga con una situación personal, ayudarle a superar una adicción y retomé el proyecto del HABITUARIO y lo combiné con esta hoja que ya había hecho y le hice varios cambios... Y estoy muy contenta porque francamente el primer intento dejaba mucho que desear y siento que este segundo intento ha servido mucho.
Ahí la tienen... cuéntenme si les gustó, si la van a imprimir o si agregarían algo más.
TU OPINIÓN ES IMPORTANTE PARA MI.
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